Manuel Agud |
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EUSKOMEDIA | Manuel Agud Querol
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WIKIPEDIA | EUS | Manuel Agud Querol egoitza
https://eu.wikipedia.org/wiki/Manuel_Agud_Querol_egoitza
UPV/EHU - RESIDENCIA UNIVERSITARIA MANUEL AGUD QUEROL
La nueva residencia de estudiantes de Ibaeta ofrece 300 plazas mixtas El nuevo edificio ha sido bautizado con el nombre de Manuel Agud Querol, en honor a uno de los más destacados impulsores de la UPV.
EFE | El Diario Vasco, 2006-10-06
http://www.diariovasco.com/20061006/aldia/residencia-estudiantes-donostia_200610061442.html
La nueva residencia de estudiantes ubicada en el campus de Ibaeta en San Sebastián, cuya edificación ha supuesto una inversión de 10,5 millones de euros, ofrece este curso lectivo un total de 300 plazas mixtas para alumnos, investigadores y profesores universitarios.
El consejero de Educación, Tontxu Campos, el rector de la Universidad del País Vasco (UPV), Juan Ignacio Pérez, y el concejal donostiarra de Urbanismo, Jorge Letamendia, presidieron hoy el acto de inauguración oficial de este centro, al que asistieron numerosos representantes del ámbito académico e institucional.
El nuevo edificio, cuya primera piedra fue colocada el pasado 28 de enero de 2005, ha sido bautizado con el nombre de Manuel Agud Querol, en honor a uno de los más destacados impulsores de la UPV, fallecido el 26 de septiembre de 2004.
Trabajador infatigable y referente cultural vasco, Agud Querol colaboró con Koldo Mitxelena y Antonio Tovar en la redacción del Diccionario Etimológico Vasco, proyecto que no pudo ver culminado.
La residencia Manuel Agud Querol, instalada en el número 9 del paseo de Berio, dispone de 300 plazas distribuidas en habitaciones individuales (58), dormitorios individuales con cocina compartida (162), habitaciones dobles (68) y cuartos de doble ambiente (12) diseñados especialmente para estancias cortas.
También cuenta con instalaciones colectivas como salas de estudio e informática, estancias de televisión y vídeo, gimnasio, sala de juegos, cafetería, lavandería y aparcamiento.
Los precios de alojamiento para el curso 2006-2007 rondan los 300 euros mensuales en este centro, cuya ejecución y posterior explotación recayó en la empresa Siresa Euskadi S.A., que ya gestiona otras residencias de la UPV como la Blas de Otero en Vizcaya y la Tomás Alvaro Forunier en Alava.
"Oferta completa"
El rector Juan Ignacio Pérez consideró "importante" que la oferta universitaria sea "completa" y no se limite sólo a la docencia especialmente en un contexto en el que se debe facilitar la movilidad europea.
Anunció que la UPV tiene previstas actuaciones de "enorme calado" para este campus de Ibaeta que no quiso desvelar, aunque adelantó que combinarán servicios relacionados con la docencia, la investigación, el entramado empresarial y el ámbito social.
El consejero de Educación también destacó la necesidad de contar con una oferta integral al servicio de profesores y alumnos en un momento en el que resulta "importantísimo" el concepto de movilidad.
Homenaje
Campos ensalzó la figura de Manuel Agud Querol, cuyos familiares agradecieron a la Universidad del País Vasco este homenaje a un profesor vocacional que, según dijeron sus allegados, defendió siempre que sus alumnos estudiaran en "condiciones dignas".
Letamendia valoró la puesta en marcha de esta infraestructura compuesta de "mini-apartamentos", que permiten a sus ocupantes tener una "vida autónoma".
Tras asegurar que las administraciones deben ser capaces de "resolver problemas específicos en etapas de edad determinadas", Letamendia recordó que la universidad tiene en esta zona diversas parcelas y animó a esta institución a construir otra residencia similar.
El consejero de Educación, Tontxu Campos, el rector de la Universidad del País Vasco (UPV), Juan Ignacio Pérez, y el concejal donostiarra de Urbanismo, Jorge Letamendia, presidieron hoy el acto de inauguración oficial de este centro, al que asistieron numerosos representantes del ámbito académico e institucional.
El nuevo edificio, cuya primera piedra fue colocada el pasado 28 de enero de 2005, ha sido bautizado con el nombre de Manuel Agud Querol, en honor a uno de los más destacados impulsores de la UPV, fallecido el 26 de septiembre de 2004.
Trabajador infatigable y referente cultural vasco, Agud Querol colaboró con Koldo Mitxelena y Antonio Tovar en la redacción del Diccionario Etimológico Vasco, proyecto que no pudo ver culminado.
La residencia Manuel Agud Querol, instalada en el número 9 del paseo de Berio, dispone de 300 plazas distribuidas en habitaciones individuales (58), dormitorios individuales con cocina compartida (162), habitaciones dobles (68) y cuartos de doble ambiente (12) diseñados especialmente para estancias cortas.
También cuenta con instalaciones colectivas como salas de estudio e informática, estancias de televisión y vídeo, gimnasio, sala de juegos, cafetería, lavandería y aparcamiento.
Los precios de alojamiento para el curso 2006-2007 rondan los 300 euros mensuales en este centro, cuya ejecución y posterior explotación recayó en la empresa Siresa Euskadi S.A., que ya gestiona otras residencias de la UPV como la Blas de Otero en Vizcaya y la Tomás Alvaro Forunier en Alava.
"Oferta completa"
El rector Juan Ignacio Pérez consideró "importante" que la oferta universitaria sea "completa" y no se limite sólo a la docencia especialmente en un contexto en el que se debe facilitar la movilidad europea.
Anunció que la UPV tiene previstas actuaciones de "enorme calado" para este campus de Ibaeta que no quiso desvelar, aunque adelantó que combinarán servicios relacionados con la docencia, la investigación, el entramado empresarial y el ámbito social.
El consejero de Educación también destacó la necesidad de contar con una oferta integral al servicio de profesores y alumnos en un momento en el que resulta "importantísimo" el concepto de movilidad.
Homenaje
Campos ensalzó la figura de Manuel Agud Querol, cuyos familiares agradecieron a la Universidad del País Vasco este homenaje a un profesor vocacional que, según dijeron sus allegados, defendió siempre que sus alumnos estudiaran en "condiciones dignas".
Letamendia valoró la puesta en marcha de esta infraestructura compuesta de "mini-apartamentos", que permiten a sus ocupantes tener una "vida autónoma".
Tras asegurar que las administraciones deben ser capaces de "resolver problemas específicos en etapas de edad determinadas", Letamendia recordó que la universidad tiene en esta zona diversas parcelas y animó a esta institución a construir otra residencia similar.
La residencia Manuel Agud Querol alojará a 305 universitarios desde el próximo año
El edificio de siete alturas que se construye en el campus donostiarra contará con 245 habitaciones Durante los meses de verano estará abierta al público en general
Ane Urdangarin | El Diario Vasco, 2005-01-29
Manuel Agud Querol publicó, en 1963, el libro ‘Causas de nuestro atraso’. En él planteaba los problemas del desarrollo cultural y educativo de la sociedad de su tiempo y ahondaba en el problema de construcción de la Universidad vasca. Ayer, un ejemplar de esta obra fue enterrado, junto a otros dos artículos escritos por el catedrático en 1950 y 1958, dos periódicos, una moneda de curso legal y un objeto de la universidad vasca para inaugurar de forma simbólica las obras de construcción de la primera residencia de estudiantes del campus de Gipuzkoa, que llevará su nombre. Su familia, encabezada por su viuda, Maritxu Aparicio, participó en el acto de colocación de la primera piedra de esta infraestructura, que dispondrá de 245 habitaciones con un total de 305 plazas para alumnos y profesores. Durante los meses de verano estará abierta al público en general.
La consejera vasca de Educación, Anjeles Iztueta, presidió la inauguración de la residencia, que requiere una inversión de 8,67 millones de euros, junto al rector de la UPV, Ignacio Pérez, el diputado foral para la Innovación y la Sociedad del Conocimiento, Joaquín Villa y el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento donostiarra, Jorge Letamendia, quien sustituyó al alcalde, quien no pudo asistir por culpa de una gripe. José Manuel, hijo del catedrático de Lengua y Literatura griegas fallecido en septiembre del año pasado, señaló que el hecho de conceder el nombre de su padre a la residencia hubiera sido considerado por el homenajeado como «un gesto desproporcionado», y se mostró convencido de que esta infraestructura se ajustaría a lo que el impulsor de la UPV deseó «para sus alumnos».
La residencia universitaria Manuel Agud Querol, que abrirá sus puertas para el curso 2006-2007, se emplazará en el solar que se encuentra detrás de los pabellones anexos a la Facultad de Derecho de la UPV, al comienzo del paseo de Berio. El edificio, de siete alturas, tendrá una superficie construida de 8.600 m2. En el semi-sótano se ubicará la cafetería y el almacén, mientras que en la planta baja se instalarán las salas de uso común (televisión-audio, juegos, informática...) y en la primera planta, el gimnasio y la lavandería, entre otros servicios.
Con cocina e internet
En el resto de las plantas se ubicarán las habitaciones, que serán de distintas modalidades: 29 individuales, 156 individuales con cocina compartida, 54 dobles, 3 de doble ambiente (para profesores, doctorandos...) y otras tres adaptadas para discapacitados. Todos los cuartos estará equipados con cocina completa, baño, mobiliario de menaje completo, calefacción, teléfono con línea directa, conexión informática con acceso a internet, antena de televisión y conexión vía satélite. El precio de las habitaciones oscilará entre los 330 euros más IPC al mes para las habitaciones individuales y los 280 euros más IPC al mes, por persona, para las habitaciones dobles.
En el acto, Iztueta se felicitó porque este nuevo centro residencial «facilitará la movilidad» de los profesores y estudiantes en el nuevo espacio universitario europeo, y subrayó la importancia de que las instituciones apoyen a la UPV, ya que «una sociedad que cree en su universidad es un país que cree en su futuro». El rector de la universidad señaló, por su parte, que la residencia permitirá competir en el espacio universitario europeo para poder atraer a San Sebastián a estudiantes de postgrado. «No estoy exagerando, en el campus de Gipuzkoa hay suficiente potencial académico para ofertar postgrados de calidad que compitan en el resto de Europa», aseguró Pérez.
La residencia Manuel Agud Querol será construida y explotada por la sociedad Siresa Euskadi, de la que es presidente Jon Zabalia. El ex diputado recordó que con esta nueva infraestructura, Siresa, ofrece en colaboración con la universidad vasca un total de 841 plazas en Euskadi, ya que el campus de Álava cuenta con la residencia Tomás Alfaro Fournier y el de Vizcaya con la de Blas de Otero.
La consejera vasca de Educación, Anjeles Iztueta, presidió la inauguración de la residencia, que requiere una inversión de 8,67 millones de euros, junto al rector de la UPV, Ignacio Pérez, el diputado foral para la Innovación y la Sociedad del Conocimiento, Joaquín Villa y el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento donostiarra, Jorge Letamendia, quien sustituyó al alcalde, quien no pudo asistir por culpa de una gripe. José Manuel, hijo del catedrático de Lengua y Literatura griegas fallecido en septiembre del año pasado, señaló que el hecho de conceder el nombre de su padre a la residencia hubiera sido considerado por el homenajeado como «un gesto desproporcionado», y se mostró convencido de que esta infraestructura se ajustaría a lo que el impulsor de la UPV deseó «para sus alumnos».
La residencia universitaria Manuel Agud Querol, que abrirá sus puertas para el curso 2006-2007, se emplazará en el solar que se encuentra detrás de los pabellones anexos a la Facultad de Derecho de la UPV, al comienzo del paseo de Berio. El edificio, de siete alturas, tendrá una superficie construida de 8.600 m2. En el semi-sótano se ubicará la cafetería y el almacén, mientras que en la planta baja se instalarán las salas de uso común (televisión-audio, juegos, informática...) y en la primera planta, el gimnasio y la lavandería, entre otros servicios.
Con cocina e internet
En el resto de las plantas se ubicarán las habitaciones, que serán de distintas modalidades: 29 individuales, 156 individuales con cocina compartida, 54 dobles, 3 de doble ambiente (para profesores, doctorandos...) y otras tres adaptadas para discapacitados. Todos los cuartos estará equipados con cocina completa, baño, mobiliario de menaje completo, calefacción, teléfono con línea directa, conexión informática con acceso a internet, antena de televisión y conexión vía satélite. El precio de las habitaciones oscilará entre los 330 euros más IPC al mes para las habitaciones individuales y los 280 euros más IPC al mes, por persona, para las habitaciones dobles.
En el acto, Iztueta se felicitó porque este nuevo centro residencial «facilitará la movilidad» de los profesores y estudiantes en el nuevo espacio universitario europeo, y subrayó la importancia de que las instituciones apoyen a la UPV, ya que «una sociedad que cree en su universidad es un país que cree en su futuro». El rector de la universidad señaló, por su parte, que la residencia permitirá competir en el espacio universitario europeo para poder atraer a San Sebastián a estudiantes de postgrado. «No estoy exagerando, en el campus de Gipuzkoa hay suficiente potencial académico para ofertar postgrados de calidad que compitan en el resto de Europa», aseguró Pérez.
La residencia Manuel Agud Querol será construida y explotada por la sociedad Siresa Euskadi, de la que es presidente Jon Zabalia. El ex diputado recordó que con esta nueva infraestructura, Siresa, ofrece en colaboración con la universidad vasca un total de 841 plazas en Euskadi, ya que el campus de Álava cuenta con la residencia Tomás Alfaro Fournier y el de Vizcaya con la de Blas de Otero.
Edificio: Se construye junto a los pabellones anexos a la Facultad de Derecho, al comienzo del paseo de Berio. Tendrá una superficie de 8.600 m2.
Habitaciones: 29 individuales, 156 individuales con cocina compartida, 54 dobles, 3 para profesores y y 3 para discapacitados.
Equipamiento: Además de cocina, las habitaciones tendrán baño, calefacción, teléfono, acceso a internet y conexión vía satélite.
RECONOCIMIENTOS Y OTROS
1993-02-27 / UPV/EHU. Medalla de Oro de la Universidad, junto a Ignacio M. Barriola y Francisco Yarza
:: ATENEO GUIPUZCOANO ::
Javier Mina |
Genoveva Gastaminza | El País, 2008-04-23
http://elpais.com/diario/2008/04/23/paisvasco/1208979613_850215.html
Es más antiguo que los partidos políticos actuales y sólo le supera en tres o cuatro meses una sociedad popular donostiarra, la Unión Artesana. La historia del Ateneo Guipuzcoano, que el escritor Javier Mina (Pamplona, 1950) ha recogido en un libro editado por Txertoa que se presentó ayer, se remonta nada menos que a 1870. "Fue la institución cultural más antigua del país", resalta.
En esa historia más que centenaria hay, evidentemente, momentos negros, pero también épocas de oro -en concreto entre 1916 y 1936-, cuando conectó con las vanguardias culturales españolas y europeas y se convirtió en una referencia clave de las inquietudes creativa que han caracterizado desde siempre a San Sebastián.
Nacido tras la Tercera Guerra Carlista, el que se inició como círculo cultural apoyado por el consistorio donostiarra que en ese momento eclosionaba con la construcción de la nueva ciudad más allá de la muralla, conoció su primer tropiezo apenas una década más tarde, también entonces por "cuestiones ideológicas".
"El núcleo central de aquella institución era liberal, republicano y de izquierdas", rememora Mina. "Por eso, cuando en 1882 se producen en España coletazos de la reacción de los neocatólicos, hay un choque de las dos ideologías, liberales e integristas. El Ateneo no pudo superar ese debate y se cerró".
Resurge en 1908 y en esos años ya se prepara la que será su edad de oro, entre 1916 y 1936, hasta la guerra civil. "El Ateneo conoce en aquel primer tercio de siglo su época de gloria, con 4.000 socios que avalan aquel momento en el que fue polo de atracción de los intelectuales españoles, escritores de vanguardia y políticos que frecuentaban los salones donde daban sus conferencias", añade.
En estas dos décadas el Ateneo tuvo una influencia decisiva en la actividad artística, literaria, musical y arquitectónica y fue una tribuna de primera línea por la que pasaron, entre otras muchas, figuras europeas como el arquitecto Walter Gropius o españolas, con escritores como Unamuno, Valle Inclán, García Lorca, Gabriel Celaya, Marañón, Salinas, José Bergamín o Pío Baroja y su hermano Ricardo.
"Tras la guerra civil, fue Leandro Martín Santos, padre del escritor Luis Martín Santos, quien recuperó para la ciudad el permiso para su apertura en 1944" relata Mina. En estos años de penuria cultural, el Ateneo pudo mantener la llama de la inquietud creativa por más que esta estuviese tutelada por el régimen franquista. "En sus salones dio en los años cincuenta las primeras clases de euskera la histórica ‘andereño’ Elvira Zipitria y hasta el mismo Koldo Mitxelena", recordaba el escritor.
La historia del Ateneo empieza a apagarse con la transición, "cuando las nuevas instituciones municipales y autonómicas financian a la cultura por canales diferentes al de esta histórica plataforma", concluye. Incluso vive momentos difíciles como la evacuación de su histórica sede, en la calle Andía, en 1992, por parte de Gobierno vasco, que destina el edificio a sus propias necesidades. Acogido en la Biblioteca Doctor Camino de la Kutxa, el Ateneo mantiene la llama de lo que fue con ciclos de conferencias semanales.
El libro entrecruza al historia del Ateneo de San Sebastián, y luego Guipuzcoano, con la historia de la ciudad a través del siglo y cuarto largo de su existencia. Se trata de una historia básicamente cultural, pero también de un recorrido por los acontecimientos que marcaron la ciudad desde su condición siempre de enclave liberal, que lo mismo sufrió el asedio del integrismo carlista durante la Segunda Guerra al finalizar el s. XIX, que conoció el ensañamiento del integrismo totalitario al finalizar el s. XX. Como no podía ser menos, el Ateneo vivió en sus carnes las diferentes peripecias ideológicas y estuvo desaparecido por lo menos dos veces en 1882 y en 1936- como consecuencia de la cerrazón ultraderechista. En otras ocasiones interrumpió sus actividades por el desinterés de la ciudadanía, si no de sus miembros, aunque renació continuamente de sus cenizas, de modo que se puede sostener sin ningún género de dudas que el Ateneo de 2008 es el legítimo heredero del creado en 1870 por un grupo de donostiarras emprendedores. A lo largo de una existencia tan dilatada aunque principalmente nómada- nunca tuvo sede propia. Ha ido dejando por el camino jirones enteros de vida (a veces se los arrebataron, concretamente cuando las tropas franquistas ocuparon Donostia) y se pueden contar con los dedos de una mano los documentos que han subsistido del periodo 1870-1936. La notoriedad e importancia del Ateneo en al vida cultural de la ciudad eran tales en aquellos tiempos que la prensa recogía y reseñaba todas y cada una de sus actividades, lo que ha permitido reconstruir el itinerario de la entidad. Para el período que va desde 1944 a nuestros días se ha podido utilizar la documentación conservada. La historia del Ateneo, en definitiva, se ofrece como un espejo al ciudadano donostiarra.
En esa historia más que centenaria hay, evidentemente, momentos negros, pero también épocas de oro -en concreto entre 1916 y 1936-, cuando conectó con las vanguardias culturales españolas y europeas y se convirtió en una referencia clave de las inquietudes creativa que han caracterizado desde siempre a San Sebastián.
Nacido tras la Tercera Guerra Carlista, el que se inició como círculo cultural apoyado por el consistorio donostiarra que en ese momento eclosionaba con la construcción de la nueva ciudad más allá de la muralla, conoció su primer tropiezo apenas una década más tarde, también entonces por "cuestiones ideológicas".
"El núcleo central de aquella institución era liberal, republicano y de izquierdas", rememora Mina. "Por eso, cuando en 1882 se producen en España coletazos de la reacción de los neocatólicos, hay un choque de las dos ideologías, liberales e integristas. El Ateneo no pudo superar ese debate y se cerró".
Resurge en 1908 y en esos años ya se prepara la que será su edad de oro, entre 1916 y 1936, hasta la guerra civil. "El Ateneo conoce en aquel primer tercio de siglo su época de gloria, con 4.000 socios que avalan aquel momento en el que fue polo de atracción de los intelectuales españoles, escritores de vanguardia y políticos que frecuentaban los salones donde daban sus conferencias", añade.
En estas dos décadas el Ateneo tuvo una influencia decisiva en la actividad artística, literaria, musical y arquitectónica y fue una tribuna de primera línea por la que pasaron, entre otras muchas, figuras europeas como el arquitecto Walter Gropius o españolas, con escritores como Unamuno, Valle Inclán, García Lorca, Gabriel Celaya, Marañón, Salinas, José Bergamín o Pío Baroja y su hermano Ricardo.
"Tras la guerra civil, fue Leandro Martín Santos, padre del escritor Luis Martín Santos, quien recuperó para la ciudad el permiso para su apertura en 1944" relata Mina. En estos años de penuria cultural, el Ateneo pudo mantener la llama de la inquietud creativa por más que esta estuviese tutelada por el régimen franquista. "En sus salones dio en los años cincuenta las primeras clases de euskera la histórica ‘andereño’ Elvira Zipitria y hasta el mismo Koldo Mitxelena", recordaba el escritor.
La historia del Ateneo empieza a apagarse con la transición, "cuando las nuevas instituciones municipales y autonómicas financian a la cultura por canales diferentes al de esta histórica plataforma", concluye. Incluso vive momentos difíciles como la evacuación de su histórica sede, en la calle Andía, en 1992, por parte de Gobierno vasco, que destina el edificio a sus propias necesidades. Acogido en la Biblioteca Doctor Camino de la Kutxa, el Ateneo mantiene la llama de lo que fue con ciclos de conferencias semanales.
El Ateneo Guipuzcoano : una historia cultural de San Sebastián / Javier Mina
Donostia : Txertoa, 2008
El libro entrecruza al historia del Ateneo de San Sebastián, y luego Guipuzcoano, con la historia de la ciudad a través del siglo y cuarto largo de su existencia. Se trata de una historia básicamente cultural, pero también de un recorrido por los acontecimientos que marcaron la ciudad desde su condición siempre de enclave liberal, que lo mismo sufrió el asedio del integrismo carlista durante la Segunda Guerra al finalizar el s. XIX, que conoció el ensañamiento del integrismo totalitario al finalizar el s. XX. Como no podía ser menos, el Ateneo vivió en sus carnes las diferentes peripecias ideológicas y estuvo desaparecido por lo menos dos veces en 1882 y en 1936- como consecuencia de la cerrazón ultraderechista. En otras ocasiones interrumpió sus actividades por el desinterés de la ciudadanía, si no de sus miembros, aunque renació continuamente de sus cenizas, de modo que se puede sostener sin ningún género de dudas que el Ateneo de 2008 es el legítimo heredero del creado en 1870 por un grupo de donostiarras emprendedores. A lo largo de una existencia tan dilatada aunque principalmente nómada- nunca tuvo sede propia. Ha ido dejando por el camino jirones enteros de vida (a veces se los arrebataron, concretamente cuando las tropas franquistas ocuparon Donostia) y se pueden contar con los dedos de una mano los documentos que han subsistido del periodo 1870-1936. La notoriedad e importancia del Ateneo en al vida cultural de la ciudad eran tales en aquellos tiempos que la prensa recogía y reseñaba todas y cada una de sus actividades, lo que ha permitido reconstruir el itinerario de la entidad. Para el período que va desde 1944 a nuestros días se ha podido utilizar la documentación conservada. La historia del Ateneo, en definitiva, se ofrece como un espejo al ciudadano donostiarra.
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